INFIERNO EN EL PARAÍSO DE ECUADOR

Son las 18:58 horas del sábado 16 de abril y la naturaleza vuelve a golpear de lleno las regiones más poderosas de América Latina. Un seísmo de magnitud 7.8 en la escala de Ritcher se desató al colisionar las placas Nazca y Sudamericana.

El epicentro se produjo entre los balnearios costeros de Cojimíes y Pedernales en la provincia de Manabí y colindante con la vecina Esmeraldas en el océano Pacífico a una profundidad de 20 km, a 28 de la costa ecuatoriana, y a 173 de la capital, Quito.

Se han producido cerca de 200 réplicas, algunas de intensidad hasta de 6.1 grados.

La tragedia aún impredecible ha dejado al menos 238 fallecidos, más de millar y medio de heridos y otras tantas personas escondidas bajo los escombros. Los equipos de rescate tienen serios problemas para llegar a las zonas golpeadas por el seísmo y las comunicaciones casi se hacen imposibles por la destrucción de las principales carreteras.

Ahora se pregunta si habrá tsunamis. Los bomberos lo niegan. Se desconoce si hay víctimas españolas en el terremoto (por la falta de medios de comunicación)

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa. se encontraba en una gira por el Vaticano y EEUU, donde tuvo que regresar de urgencia al país diciendo: "Estamos enfrentando una tragedia de gran magnitud". Las posibilidades de otro episodio así, son posibles ya que en los últimos años ocurrieron 23 terremotos de distinta magnitud.

UN PUEBLO ENTERO: "Necesitamos que nos ayuden. No es el colapso de una casa, sino el colapso de un pueblo entero". Cristina Denisa Burcea