Decenas de personas gritan "¡Cuba, Cuba, Cuba!" frente al puerto internacional de La Habana. Esperando a que llegue un barco que significa algo más que un símbolo. "Hemos esperado 50 años esto. A los cubanos nos gusta que venga gente de todos los países", dice una cubana a EL MUNDO, añadió que ella vio salir por ese mar a muchos y que ahora quizás los vea volver.
El crucero norteamericano Adonia, que trae a 12 cubanos-estadounidenses, tuvo que sortear el último escollo de la enemistad política de ambos países: los cubanos tenían prohibido regresar por mar a su patria. Una ley de los tiempos de los balseros en los que las barcas contaminaban el mar. El Gobierno cubano cambió su directiva el pasado 22 de abril permitiendo de nuevo que los naturales de la isla puedan regresar por mar a casa.
El Adonia llegó a La Habana poco después de las 09:00h con 700 turistas a bordo, salió un día antes de Maiami.
La esperada llegada de los yanquis se convirtió en un festejo para la ciudad.
Una mujer se alegraba de que Cuba y Estados Unidos estén haciendo las paces, y decía que ya sólo quedaba que les dejarán salir a ellos.
Un hombre mayor, sin embargo, se quejaba cuando veía a los turistas diciendo que los americanos siempre venían a molestar, a lo que otro hombre añadió que traen dinero. El otro hombre respondió que no sabía que pensará Fidel, pero que el dinero hace falta. Paula Mañueño, 1º Bachillerato B.
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