La próxima huelga en la educación no la harán solamente los estudiantes; también se sumarán sus padres, se leía en titulares. La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (CEAPA) anunció un paro general de familias y alumnos para el 18 de octubre con el objetivo de denunciar la "gravísima situación" en la que se encuentra la enseñanza. "Pedimos a las familias que ese día no lleven a sus hijos a los colegios", afirma el portavoz de la Plataforma Estatal por la enseñanza Pública y de CEAPA, José Luis Pazos.
La huelga del jueves pasado se encuadra en la "semana de lucha" en defensa de la educación pública. Las movilizaciones comenzaron el lunes con asambleas de familias y estudiantes y se prolongarán con una huelga de alumnos el martes y el miércoles a la que los padres se unirán el jueves. El mundo de las aulas salió a las calles de toda España el miércoles a las 12 horas y el jueves a las 18.30, jornadas en las que hay convocadas manifestaciones.
Los padres exigen la retirada de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y la dimisión del ministro de Educación, José Ignacio Wert, al que acusan de "desmantelar la educación pública" para volver a la "educación elitista" de los 60 y los 70. Además, desde CEAPA acusan a Wert de centrarse en el conflicto educativo de Cataluña y olvidar "a las miles de familias que no tienen dinero para comer o para ir al médico".
Los organizadores de la huelga afirman que cuentan con el apoyo de los profesores, pero esta vez los docentes no están convocados. "Sabemos que ya han llevado a cabo otras jornadas de paro y por eso se les ha descontado parte de su sueldo", argumentan los convocantes para dejar fuera de su llamamiento, por una vez, a los maestros.
Noticia: Antonio Risquez, 1º. Bachillerato A.
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