viernes, 22 de marzo de 2013

La Hoja de los Llantos Inauditos

Hace unos días, me encontraba en el salón de mi casa con mi querida madre disfrutando de una maravillosa cena, mientras veíamos la televisión. En ese momento, como ya suele ser habitual, las principales cadenas privadas de la pequeña pantalla estaban emitiendo más y más telebasura, así que me dispuse a zapear. En TV2 se estaba emitiendo una película llamada “Flor del desierto”. Es entonces cuando empiezo a conocer algunos datos relevantes sobre una de los grandes casos de violencia de género a nivel mundial.
La Mutilación Genital Femenina (MGF), sí, ustedes ya lo han leído, pero desgraciadamente la realidad es más cruda que el concepto mental que nos transmite su nombre.
La MGF es el corte y/o eliminación de tejido, de forma intencional, de cualquier parte de los genitales femeninos por razones de tradición, cultura u otras para nada terapéuticas. Cruentos actos en todos los casos.
Paradójicamente son las mujeres las que realizan este tipo de procedimiento, calificado evidentemente como Violencia de Género. Hecho que evidencia el sometimiento femenino mediante sistemas patriarcales en los que la mujer debe plena obediencia al hombre.
Este rito de iniciación a la edad adulta se produce mayoritariamente en África y Oriente Medio, aunque se tiene certeza de que esta atrocidad se realiza en todos los continentes a causa de la globalización. También se mantiene en culturas indígenas sudamericanas como la etnia Emberá-chamí o en algunos grupos de raza gitana.
Por lo general es una curandera quién realiza el procedimiento de corte con una hoja de metal o un cristal. La mutilación se ejecuta con la ayuda de tres mujeres más que sujetan de brazos y abren de piernas, para que la vulva quede lo más expuesta posible, a niñas de entre 2 y 7 años de edad mientras gritan tortuosamente. Se realiza en terrenos campestres, con instrumentos totalmente rudimentarios y sin una pizca de anestesia, siendo la precisión del corte, la dada por quién opera. Finalmente se sutura la herida con hilos o espinas de plantas endémicas, dejando un pequeño orificio del tamaño de la cabeza de una cerilla para la emisión de orina y de carga menstrual. Es común que las pequeñas desarrollen infecciones debido a las pésimas condiciones higiénicas.
Es un rito de iniciación a la edad adulta en el que las consecuencias, para las “intervenidas”, son la pérdida de la sensibilidad sexual y el posterior trauma psicológico, consiguiendo un reporte hacia ellas que carece de algún beneficio, excepto el reconocimiento de su pureza dentro de su entorno social.
Muchas mujeres han muerto a causa de las infecciones o las hemorragias sufridas tras la ablación de estas partes. La finalidad de esta práctica no es otra que la de que la mujer llegue virgen al matrimonio, pues de lo contrario sufrirá un extremo rechazo social.
Al inicio del matrimonio la vulva es abierta con un cuchillo por el marido. También se abre para los partos. El cierre vaginal vuelve a producirse cada vez que el marido va a ausentarse con motivo de algún viaje o a causa de alguna indisposición.
Aunque este rito está cada vez más penado y el Islam no lo recoge, según Amnistía Internacional afecta a más de 140 millones de mujeres en todo el mundo. Hay constancia de tres nuevos millones de casos anuales y se percibe una progresiva disminución en la edad a la que las niñas son mutiladas, evitando de este modo que pueda existir, si cabe, alguna posibilidad de que las pequeñas puedan juzgar la práctica por sí mismas.
El día Internacional de “Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina” se celebra el día 6 de febrero, aunque deseo plenamente que sean todos los días del año los que se luche contra esta injusticia y que este día pase a ser el día en el que se conmemore la total erradicación de tal execrable hábito del pasado.
Como ejemplo es justo tomar el de Waris Dirie, que significa “flor del desierto”. Nacida en una familia nómada del desierto del Sáhara en 1965 y mutilada genitalmente a los 3 años.
A los 13 años fue entregada a un hombre mucho mayor como esposa, a lo que respondió con una huida a través del desierto hasta conseguir llegar, increíblemente, hasta Mogadiscio (Somalia). Desde allí consiguió partir hacia Londres para vivir con su tío embajador de Somalia en el R.U. Tras un tiempo, éste se vio obligado a marcharse debido al inicio de la guerra civil en Somalia y ella estuvo viviendo en las calles de Londres hasta conseguir ser empleada dentro de un Mc Donald´s, donde por casualidad fue descubierta por un fotógrafo. A raíz de ello consiguió fama mundial como una de las grandes modelos de la pasarela internacional.
Ya en la cumbre de su carrera fue entrevistada en el año 1997, dándose a conocer este tema en el panorama internacional. En ese mismo año fue nombrada por la ONU Embajadora Mundial contra la Mutilación Genital Femenina, ocupando este puesto durante varios años. También fundó la organización “Waris Dirie” para luchar contra este crimen.
Desgraciadamente estos hechos nos demuestran, una vez más, la trágica y dura realidad que se produce en el Tercer Mundo, a causa de la ignorancia, el analfabetismo y la sumisión a funestas tradiciones.
Pienso que esto nos involucra a todos simplemente por el hecho de ser humanos y de formar parte de una sociedad globalizada, cada vez más interconectada con el resto de las personas de la Tierra, por lo que es nuestro deber luchar contra todas las injusticias de este mundo.
Es nuestro deber luchar contra todas las injusticias humanas, ya que nosotros somos sus autores.
Si se sienten involucrados y quieren ayudar: http://www.desertflowerfoundation.org/en/ Gracias.
Pozoblanco, 19-03-2013. Isaías Garrido Vargas, 1º. Bach-A


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