EL barrio de Yobar, Damasco, está repartido en “dos ciudades”, una en la superficie y otra subterránea. El motivo por el cual el barrio se encuentra dividido es una guerra que libran el Ejército Sirio y los rebeldes por túneles; ambos grupos separados por una distancia de 150 metros de casas derruidas y calles batidas. Uno de los soldados, Ibrahim, explica que tienen todos los túneles repletos de dinamita y, si ven mucho movimiento, detonan todas las cargas.En esta batalla se diferencian varios tipos de túneles, cuyas entradas son angostas: tan solo tienen un metro de ancho por algo menos de dos metros de alto.Los que llevan al garaje que los oficiales habitan son túneles agujereados por los rebeldes para dinamitar. Otros se utilizan para atacar puntualmente desde un sitio y desaparecer al momento; y otros, tan solo para evacuar a los heridos. También han explicado a los medios que, abajo, los soldados fabrican granadas de mano con cabezas explosivas de proyectiles anti ataque. Hace tan solo un mes, una fuerte explosión en Alepo, se llevó por delante el hotel Carlton, ocupado por soldados del Ejército; este hotel ha sido dinamitado con túneles como los que Ibrahim y sus compañeros vigilan ahora en Damasco. Ángela Peralbo, 1 Bachillerato C
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