Los militares yihadistas del estado islámico siguen sin poder vencer a la resistencia de Kobane. Han sufrido numerosas bajas, al menos 31 confirmadas, que murieron el fin de semana en la lucha contra la milicia Kurca local, las Unidades de Protección Popular y los ataques aéreos de Estados Unidos. El Estado Islámico controla buena parte del norte y este de Siria y del oeste de Irak, y lleva más de un mes intentando conquistar Kobane, que le daría control sobre una franja de territorio a lo largo de la frontera con Turquía. Esta situación ha convertido a la ciudad en un símbolo de resistencia, considerado el mayor pueblo sin Estado del mundo: pues unos 30 millones de Kurdos se reparten en las zonas limítrofes entre Turquía, Siria, Irán e Irak. El gobierno turco, cuyas tropas están desplegadas muy cerca de Kobane, se niega a intervenir en la batalla, sosteniendo que crear un frente contra el estado islámico supondría dar armas a los Kurdos, que es lo mismo que una organización terrorista. El presidente del gobierno de Turquía señala que no podrían decir sí a eso. Recep Tayyip Erdogan negó que su país haya dado permiso a los Estados Unidos para usar la base militar de Incirlik. Ayer, el presidente de Estados Unidos Barak Obama llamó por teléfono al presidente de Turquía para discutir la situación y los pasos que deberían tomar para frenar el avance de las tropas del Estado Islámico. Francisco Hoyo López. 1ºBachillerato B
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