Estos últimos días en Brasil
salieron a la calle miles de personas para protestar contra el Gobierno de
Dilma Rousseff; sin embargo, esta manifestación tuvo mucho menos fuerza que lo
esperado, ya que se contaba con la participación de un millón de personas.
Según los organizadores, acudieron entre 38000 y 300000 personas vestidas con
ropas amarillas, camisetas anti-Dilma y muñecos que ridiculizaban a la
presidenta.
El Movimiento Brasil Livre y Vem Pra
Rua culpan del fracaso al poco tiempo que tuvieron para divulgar el evento.
También se afirma que se esperan marchas mayores en los próximos meses. Las últimas semanas han sido muy
polémicas. Rousseff y el vicepresidente Micher Temer sufrieron una mala pasada
al salir a la luz una carta donde el vicepresidente expresaba su decepción por
creer que ella no confiaba en él. Muchos medios creen que se producirá una
traición por parte de Temer para proclamarse presidente. El juicio fiscal contra la
presidenta ha sido frenado por el Supremo, dándole a la mandataria un tiempo de
paz. Por otra parte, las acusaciones contra el presidente de la Cámara, Eduardo
Cunha, siguen en una Comisión de Ética por presuntas colaboraciones en el
escándalo de corrupción relacionado con Petrobas.El pueblo pide la salida de Dilma
Rousseff del Gobierno por cometer delitos fiscales y por la terrible situación
del país, que tuvo una recesión del 1’7 % en el tercer trimestre de 2015. Araceli Romero
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