La mayoría de las acusaciones eran por delitos financieros cometidos durante el gobierno de Mahmud Ahmadineyad. Zanjani habría hecho negocios petrolíferos saltándose las sanciones de la comunidad internacional. Irán había pasado por una década en la que el bolsillo de los iraníes no dejaba de sufrir mientras grandes empresarios se lucraban.
Cuando llegó al poder Rohaní en 2013, una de sus primeras medidas fue la lucha contra la corrupción. Tres meses después, Zanjani fue detenido aunque hasta ayer no fue condenado. Su sentencia lo declara culpable del delito de corruptor de la tierra, uno de los mayores delitos recogidos en el código penal iraní. Este delito se aplica a aquellos que contribuyen a expandir la corrupción por el mundo y a desviar a la sociedad de sus naturaleza.
Las ONG y medios de comunicación internacionales han criticado la dureza de las sentencias por delitos financieros y, aunque Zanjani puede apelar, hay que recordar que en 2014 otro empresario fue ejecutado por apropiación indebida, blanqueo y sobornos. Araceli, 1º. Bachillerato-B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario