jueves, 17 de febrero de 2011
Berlusconi y sus salidas de tono
Silvio Berlusconi ha sido acusado de mantener relaciones sexuales con una menor y abuso de poder. Además de haber liberado a ésta cuando fue arrestada por robar una cuantiosa cifra de dinero (aproximadamente 3.000 euros). Sin embargo, el presidente italiano se muestra tranquilo, mientras el domingo la población se echo a la calle pidiendo la dimisión. Sus partidarios alegan que el dinero entregado obedecía a la satisfacción de necesidades económicas; por otra parte señalan que pensaba que era la sobrina de Hosni Mubarak (el entonces presidente de Egipto), haciéndolo así para evitar un conflicto diplomático. Otras razones alegadas arguyen que se trata de una treta política para derrocarlo, ya que en los partidos de la oposición no se encuentra ningún líder con el carisma de Berlusconi; aunque la única realidad de este hecho es que será juzgado el 6 de abril de este año por la prostitución de menores y cohecho.
La encargada del caso es Cristina di Censo, que es una conocida del primer ministro que ya que se encargó en 2009 de la agresión que sufrió el primer ministro. La acusación entiende, sin embargo, que hay pruebas suficientes como para acusar a Berlusconi. La defensa de este se enfrentara al Tribunal de Milán.
Un hecho como el que acabos de analizar no es un plato de buen gusto para cualquier italiano que se sienta representado por la caricatura de este político. En un país como Italia, cuna de las ideas que han dirigido en gran medida Europa, no puede esa imagen hacia el exterior; este o no imputado por el caso, pues basta solamente con estar relacionado, y eso ya me parece una falta de vergüenza. No solo debería dimitir, sino desaparecer del mapa después de pagar lo que ha hecho. Sabíamos ya de lo que Berlusconi era capaz, pero esta vez ha ido demasiado lejos: No solo con corrupciones de un país como Italia, sino atentando a la dignidad de una chica menor. Pienso que los países desarrollados deberíamos plantearnos a quien votamos para que nos represente, y qué imagen queremos que el mundo tenga de nuestra nación; porque creo que en estos momentos habrá italianos que están desquiciados nada de ver en qué utiliza el poder Berlusconi y que ejemplo da a la sociedad que capitanea. ¿O es que queremos que nuestros hijos se eduquen bajo un ejemplo tan nefasto faltando el respeto a la carrera política?
Sebastián Sánchez García. 1º Bachillerato A.
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