La policía de Buenos Aires tiene fama de corrupta y represiva, por eso, la llaman Maldita Policía. En la actualidad, un paseo por las afueras de Buenos Aires da certeza a las sospechas. Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina, acusó el pasado viernes a varios policías de “organizar delincuencia para robar a gente y comercios”. Muchas personas anónimas cuentan sus experiencias con este tipo de policía: Es el caso de M., que trabaja vendiendo alfajores en un semáforo; él asegura que en Tigre ha tenido algún que otro cruce con vigilantes. Hay vigilantes que no molestan, pero hay otros corruptos que te hacen la vida imposible. Las personas se quejan de que, normalmente, los policías controlan sin razón a jóvenes de barrios pobres. N. que tiene diecisiete años y cuenta que una banda de policías se burlaron de él y tuvo que contestar a todo lo que le preguntaban porque de lo contrario lo cargaban a palos. En cambio, Luciano cuenta que los policías le ofrecieron robar y trabajar para ellos y, como se negó, lo amenazaron y golpearon. La familia de Luciano no denunció el acoso a tiempo, hasta que Luciano desapareció. También, en Buenos Aires, algunos comercios han sufrido dos robos en menos de un año. Los policías, como es normal, niegan haber estado en ninguno de estos lugares. Angela Peralbo, 1 Bach-C
No hay comentarios:
Publicar un comentario