Un misil Buk de fabricación rusa fue disparado hacia el vuelo MH17 el 17 de julio de 2014. Según el consejo holandés para la seguridad el misil fue lanzazo desde la localidad de Grabovo, la investigación solo se centra en aspectos técnicos y no señala culpables. El presidente del consejo ha declarado a un periódico del país, que el ataque provino de un territorio que estaba en manos de separatistas pro-rusos. Moscú niega cualquier relación de la tragedia y califica el informe de falso. La fiscalía general holandesa, considera el hecho como un atentado y sacra el informe final en 2016. El consejo critico a las autoridades ucranianas por no haber cerrado su espacio aéreo por precaución. Los autores del informe eran de Malasia, EEUU, Rusia, Reino Unido, Australia y Holanda..Respecto a la explosión, los investigadores han descartado el incendio, los problemas técnicos o de alcohol o droga en los pilotos. La aeronave no se desintegró en el aire y los restos de víctimas y fuselaje se esparcieron a 50 km cuadrados. Antes de publicarse el informe, la empresa rusa que fabricaba los misiles Buk, aseguró que el consejo holandés estaba equivocado sin conocer los resultados del documento. Para los familiares la presentación del informe fue muy dura. En una base militar al sur de Holanda se reconstruyó la cabeza del avión, aunque la mayoría de las familias no quisieron verla, y solo se interesaron sobre como habrían vivido sus familiares los últimos momentos. Los expertos aseguran que una parte de los pasajeros murió en el impacto; otros perdieron la conciencia por el cambio de presión y ninguno sobrevivió a la caída. El consejo se quejó de la mala coordinación de las instancias oficiales holandesas que retrasaron cuatro días la aparición de la primera lista de fallecidos.
MARÍA SÁNCHEZ PÉREZ, 1º. BACH-
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