Una niña de cuatro años muere al caerse en una alcantarilla que no tenía tapa y solo estaba cubierta por hierba. Otra de dos años cae en otra alcantarilla sin tapa y muere al ser arrastrada nueve metros por aguas pluviales. El hecho de que las alcantarillas de Bogotá estén sin tapas se debe a que mafias formadas por vagabundos y pequeños delincuentes las roban para venderlas en el mercado negro. Las tapas se venden por ocho euros en el mercado negro, los compradores las funden para poder vender el hierro y lo venden al ayuntamiento. El ayuntamiento tiene que pagar unos 240 mil euros al año por las nuevas tapas. El concejal de Bogotá denuncia el robo de unas ocho tapas de alcantarilla al día. Para evitar estos robos, hace cinco años se cambió el material de las tapas, pero las seguían robando, convirtiendo las alcantarillas en trampas mortales, comparables con las minas antipersona de las guerras. Con la muerte de las dos pequeñas volverán a cambiar el material, pero esta vez por plástico para que no tengan ningún valor para los ladrones. Otra mejora es el establecimiento de cuarenta técnicos que se encargarán de poner tapas en menos de seis horas en los lugares que se denuncien. Este problema no solo está en Bogotá, otras ciudades como Mali también son víctimas. Las alcantarillas sin tapas tienen un gran peligro porque el 15% de ellas conectan con grandes tuberías. M.Pilar Campos. 1º Bachillerato C.
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