Tuzla, ciudad de Bosnia, es la cuna de las protestas que desde el miércoles pasado han puesto en jaque a los diferentes gobiernos. La personas de la ciudad piensan que en Tuzla, con Tito, se vivía mejor; algunos opinan esto debido a las pintadas realizadas en la sede del Gobierno. Los miles de ciudadanos reclaman justicia social, provocando un levantamiento pacífico y saliendo a la calla a diario. La fábrica Dita es el epicentro de la insurrección popular; ya que sus trabajadores han prendido la mecha del descontento en el país. El propietario de esta fábrica es un magnate de Sarajevo, que compró esta y otras plantas en Bosnia. Muchos ven detrás del proceso un intento para recalificar terrenos y dar un pelotazo urbanístico. Aunque Dita no es la única empresa afectada por un proceso privatizador salvaje, otros fábricas sobreviven en un estado calamitoso, como por ejemplo, Solana. Tuzla era el corazón económico de la región, y otras cuatro fábricas han corrido la misma suerte. Mehmedovic Djivaz, presidente del sindicato de trabajadores de Dita, dice que seguirán manifestándose, ya que no solo se trata de una protesta de obreros, sino de toda la ciudadanía. Algunas familias de Tuzla también se unen a esta protesta, pues la mayoría de ellas están desempleadas, viviendo de un solo sueldo y llevan varios años sin recibir ningún tipo de renta. Ángela Peralbo, 1 Bachillerato C.
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