La Plaza de la Independencia de kiev se ha convertido en un fuerte para todos los indignados que luchan por conseguir un gobierno democrático. En las barricadas, las flores sustituyen a los cócteles molotov en honor a las víctimas de los enfrentamientos. En este enclave de la oposición se puede comer y beber gratis las 24 horas del día, pues un ejército silencioso de mujeres reparte comida para la gente que habita en el campamento, que es una obra maestra de coordinación, pues las barricadas y el centro se comunican por radio y no dejan de entrar y salir coches particulares con alimentos y otros víveres. Los encapuchados más violentos parecen más relajados, aunque sin bajar la guardia. Y es que las peores batallas parecen haber quedado atrás, aunque aún quedan las más difíciles, las políticas, sociales y económicas. Francisco Javier González Ortega, 1º. Bachillerato C.
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