Suiza se encuentra en el actual punto de mira por la Unión Europea: pues ha establecido un referéndum para establecer unas cuotas a la llegada de inmigrantes. Los suizos quieren restringir la libre circulación de inmigrantes ya que piensan que se benefician del país. Reino Unido, otro país partidario de una reforma en el sistema de migraciones, apoya a Suiza y bajo el mandato de Cameron fundamenta en sus argumentos basándose en que los extranjeros se aprovechan de las prestaciones sociales sin dar contraprestaciones a cambio. La Comisión Europea afirma que estos datos son falsos y le responde diciendo “que no van a negociar la libre circulación de personas ni las normas van a cambiar”. Estos movimientos son fruto de las crisis económicas del momento que ponen en peligro los pilares e ideales de la Unión. Suiza está a la espera de una respuesta para su referéndum, que ha de ser convincente y equilibrada para no perjudicar a Suiza ni dar a entender a Londres u otras ciudades que tomar medidas sale gratis. Un diplomático de la Unión afirma que lo que está de verdad en crisis en Europa es la solidaridad. La Comisión afirma que esto tan solo son maniobras electorales pero pueden dañar el espíritu y las normas más sagradas de la UE. Todos estos datos son contradictorios ya que las migraciones europeas son ahora inferiores que en época de bonanzas y solo un 2,8% de la población europea vive en otro país miembro. Este dato disminuye si se aisla a la población inactiva por lo que las migraciones estarían entorno al 0,7% y el 1% nada que pueda hacer temblar las arcas públicas de ningún país. Ángel Salamanca Caballero. 1º Bach. C.
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