Las Revoluciones de finales del s. XVIII y XIX supusieron una transformación sociopolítica, económica y cultural muy grande para el mundo occidental. Sin embargo, para comprenderlas bien es preciso partir de los rasgos generales del Antiguo Régimen, que constituyen la situación de base sobre la que se producen luego los grandes cambios. He aquí en esta presentación las situaciones más características de los ss. XVI-XVIII.
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