Familia inmigrante tiene prohibida la entrada a Francia.

Leonarda Dibrani es una menor de quince años de raza gitana. Ha sido expulsada de Francia en plena salida escolar por orden de François Hollande, actual presidente francés, que intenta salir de este apuro haciendo un acuerdo con la política de firmeza con la inmigración de Manuel Valls con la sensibilidad humanista del Partido Socialista, que se puso en contra. Hollande oferta a la joven seguir el curso escolar en Francia, pero sola, sin su familia; bien es cierto que esta decisión no gustó popularmente, provocando el rechazo de Leonarda, toda la izquierda, estudiantes e incluso la derecha. La joven manifiesta su posición: "Sin mi familia no quiero regresar. Tengo 15 años y no sabría desenvolverme. Mis hermanos también estudian. Hollande no tiene corazón." La joven habla desde Mitrovica (Kosovo), donde reside actualmente con sus seis hermanos y sus padres tras haber sido expulsados de Francia el pasado día 9. A los Dibrani se les ha denegado la petición del asilo, pues el Gobierno argumenta que el padre está acusado de robos y de violencia a su mujer e hijas, aparte de admitir haber mentido sobre el origen kosovo de la familia para conseguir el asilo y falsear el certificado de matrimonio para residir en Francia. Estas causas no han disminuido la solidaridad hacia Leonarda. El presidente Hollande, en una entrevista en el Elíseo, salvó la cabeza a Valls y a la vez, cedió a la presión de Jean-Marc Ayrault, prometiendo el regreso de Leonarda. Ayer se produjo una manifestación de estudiantes en la plaza de la Bastilla en París, anunciando protestas hacia Hollande; sin hablar del estudiante de 19 años armenio Khatchitk Kachartryan, expulsado hace una semana en las mismas condiciones. La opinión está dividida, según una encuesta realizada del instituto BVA, pues el 65% de los franceses se resisten a la vuelta de Leonarda al país, mientras que el 33% opinan que debería volver.
María Reyes de la Cruz García, 1º. Bachillerato C