La desaparición física del líder de Al Qaeda, responsable de los atentados del 11-S, ha sido recibida con euforia en Occidente, pero también con precaución ante el temor de que sus seguidores inicien una campaña de atentados como venganza. Esa posibilidad ha desatado la alerta mundial y ha llevado a los Gobiernos de EE UU y de Europa a reforzar la seguridad tanto de sus embajadas como de sus tropas en el extranjero y a pedir a sus ciudadanos, especialmente a los que se encuentran en el exterior, que extremen la prudencia. El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, celebró ayer una reunión con los ministros de Exteriores, Interior y Defensa para estudiar nuevas medidas de prevención. El Gobierno reforzará la seguridad de sus embajadas en el norte de África, Afganistán y Pakistán y se pondrá en contacto con las empresas y cooperantes que trabajan en esas regiones para alertarles de que hay que extremar la precaución. Las reacciones que la muerte de este personaje pueden provocar en el mundo son impredecibles. Por si acaso, el presidente estadounidense insistió antes de ayer en que Bin Laden no era un líder musulmán y en que Estados Unidos no está en guerra contra esa religión. No obstante, la alegría por la muerte del terrorista más buscado del mundo es evidente. EE UU siente que la venganza por los atentados del 11-S ha sido cumplida y prueba de ello es que la Zona Cero de Nueva York, escenario principal de los atentados, se convirtió en lugar de celebración tras conocerse la noticia.
Pienso, personalmene, que hay un elevado porcentaje de posibilidades de que la muerte de Bin Laden traiga algún acto terrorista como represalia por parte de Al Qaeda por la muerte de su líder. Por otra parte creo que la actitud adoptada por EEUU no es la adecuada, ya que debería haber sido juzgado por un tribunal internacional al considerarse sus delitos como actos criminales hacia la humanidad, y mucho menos celebrarlo de esa manera como una victoria, poniéndose a la altura del mismo asesino.
ANA MORALES MÁRQUEZ.
1º BACH: A. Nº: 22