El Gran Dictador

Chaplin, siempre genial. Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia que tiene el Cine y la Filmografía como recurso didáctico en las Ciencias Sociales. En el tema que actualmente nos ocupa de la Segunda Guerra Mundial se presta especialmente para abordar diferentes aspectos, tanto bélicos como ideológicos, pues existen películas que desarrollan de forma suficiente las distintas perspectivas. Tal vez sea uno de los acontecimientos históricos que mayormente han suscitado la sensibilidad de los directores. En lo que a nosotros nos incumbe, más allá de los valores técnicos (propiamente dichos) y cinematrográficos (escenografías, fotografía, étc.), nuestros objetivos se ciernen en razón de los contenidos históricos y su análisis: Los argumentos y sus contextos, el auxilio de este recurso para conocer la verdad histórica; la contrastación de datos; y sobre todo la comprensión de los "hechos puntuales" (acontecimientos históricos) representados interpretándolos correctamente. Especialmente nos interesan obras representativas, con valores sociales y morales que no solamente nos aporten grandes lecciones de Historia, sino que sean capaces de movernos hacia comportamientos y actitudes comprometidos con la Paz, con los sistemas democráticos y con los principales valores del ser humano (los positivos, claro). Para el presente tema optamos por un film clásico, que a nuestro juicio cuenta con ingredientes más que suficientes para desarrollar cuestiones de contenido, de forma y de actitud; para ello partiremos de una FICHA ELEMENTAL, pero muy útil para comprender el tema desde esta magnífica óptica de la cinematografía. No somos especialistas, simplemente espectadores de lujo, porque queremos disfrutar aprendiendo. Y el cine es un instrumento excepcional.