Arabia Saudí interviene en Bahrein

Lejos de acabar los enfrentamientos entre los manifestantes chiíes y los partidarios sunies del régimen monárquico de al Jalifa, un contingente de soldados ha sido enviado por Arabia Saudí para intentar frenar las revueltas. Los manifestantes han conseguido tomar el centro financiero de Manama y la Plaza de la Perla, donde tratan de que sus reivindicaciones sean escuchadas. Entre estas reivindicaciones se encuentran la petición del cambio de sistema político, en el cual los chiíes (que aunque son un grupo numeroso de la población de Bahrein) se sienten discriminados y subyugados por el régimen monárquico de al Jalifa; otra de sus reivindicaciones es la de obtener los mismos derechos que los sunies y alcanzar un gobierno democrático. Por su parte Arabia Saudí trata de frenar la revuelta convirtiendo un conflicto interno de la isla-estado de Bahrein en uno internacional por temor a que estas reivindicaciones triunfen motivando así a las minorías chiíes del resto de países del Golfo Pérsico a luchar por los mismos objetivos por los que están peleando ahora mismo en Bahrein. Otro motivo por el que Arabia Saudí ha interferido en el conflicto es intentar preservar su dominio sobre sus provincias orientales de mayoría chií y evitar que estos se subleven también y perder así su control sobre la compañía nacional petrolera. Como conclusión, solo cabe destacar que nuevamente se puede comprobar que lo que mueve a un país a ayudar al vecino no son las labores humanitarias o sociales, sino las económicas: Puesto que Arabia Saudí se ve afectada económicamente; si triunfa la revuelta chií en Bahrein no hubiese mandado a ningún contingente para controlar la revuelta. PEDRO ANDRES ARANDA MUÑOZ, 1º. BACH-B