miércoles, 16 de marzo de 2011
Francia sospecha de la mayor peligrosidad nuclear de Japón
El presidente de la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa Adré Claude Lacoste, piensa que el accidente nuclear en la planta nuclear de Fukushima I, con graves problemas de refrigeración en tres reactores desde el terremoto y el tsunami que asolaron Japón el pasado viernes, es más grave de lo que los japoneses argumentan.
Estos lo calificaron con nivel 4 (accidente con consecuencia de alcance local) en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). Sin embargo André Claude Lacoste cree que el accidente ha alcanzado ya un nivel de 5 (accidente con consecuencias de mayor alcance), como fue calificado el producido en la central estadounidense de Three Miles Island en 1979. La escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) tiene un máximo de 7 (accidente grave) que hasta ahora solo ha alcanzado la catástrofe de Chernóbil (Ucrania) en 1986. La situación sigue empeorando en la central nuclear de Fukushima, que ya presenta problemas en cuatro de sus reactores.
Las dificultades aumentan, y en la madrugada del domingo al lunes se produjo la explosión del reactor 3 que ha producido 11 heridos: Entre ellos al menos un soldado del Ejército japonés, que ha sufrido diversas fracturas. Esta explosión no ha dañado el contenedor del reactor, según las autoridades japonesas. Los elevados niveles de radiación han llevado a desalojar a la mayoría de los empleados que trabajaban, en la mañana del martes. Sólo continúan en la planta 50 de las más de 800 personas que trabajaban. La situación más crítica ahora es el reactor 4, que la pasada noche sufrió un incendio. Los problemas producidos en las centrales de Fukushima han provocado la evacuación de unas 210.000 personas; según el último informe facilitado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Como medida preventiva se han repartido en los centros de acogida de esos evacuados 200.000 dosis de yodo, aunque todavía no se van a repartir a la probación. Estas capsulas de yodo ayudan a saturar de ese elemento la tiroides y evitar así que esa glándula absorba yodo radiactivo si hay una fuga de ese elemento desde la planta nuclear. El cáncer de tiroides fue el más común entre las personas que sufrieron el accidente de Chernóbil en 1986. También se está inyectando agua de mar en los reactores para tratar de bajar la temperatura y evitar una fusión en el núcleo.
Pienso que el gobierno japonés intenta normalizar la situación para no alarmar a la población después de la gran catástrofe, pero creo que las explosiones producidas en Fukushima son más graves de lo que presentan. Araceli Conde Madueño 1º Bachillerato A
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