Libia podría ser ahora el país bélico con más confusión existente, ya que existen informaciones muy contradictorias circulando por el país. Pero hay algo claro: el ejército de Gadafi está cada vez más cerca de Bengasi, capital de la revuelta. En los alrededores de Ajdabiya, la puerta del sur de Bengasi, se produjeron numerosos combates que han hecho que los comandos rebeldes dieran la batalla por perdida. Las declaraciones de ambos bandos son inmensas. El general Abdelfatah Yunis, jefe de las fuerzas insurrectas, afirmó que cuenta con 8.000 hombres de refuerzo, incluidos 3.000 que han dejado las filas leales de Gadafi. Sin embargo, en el oriente del país otros uniformados comentan que emplearon por primera vez dos cazabombardeos Mig que fueron abandonados por el ejército del Aire. A esto se le une el miedo al quintacolumnismo. Algunos piensan que están locos y drogados, pero otros contemplan a individuos clamando a favor de Gadafi. El tirano ha ofrecido a los insurrectos que depongan las armas, pero estos se niegan, no le creen. Mientras el Consejo Nacional Y Rusia creen que Gadafi no podrá gobernar en Libia. De momento la situación es la siguiente: insurgentes replegándose sin remedio y reclamando una zona de exclusión aérea, una opción que no llega. No tendrán mucho éxito tampoco las sanciones comerciales, la congelación de los fondos soberanos libios ni la prohibición de viajar al exterior. EVA ÁLAMO, 1º. Bach-B