Contaminación Nuclear de Alimentos

¡Productos contaminados!, se han detectado en Japón altos niveles de contaminación radiactiva en los productos, como por ejemplo en verduras y leche, cercanos a la central nuclear de Fukushima. Su primer ministro (Naoto Kan) ha avisado a la población para que no sean consumidos. También se han encontrado partículas de yodo en el agua del grifo y se ha aconsejado que no sea bebida por bebés, ya que éstos son más sensibles a la radiación con yodo y cesio. Y sin embargo, no es que sea bueno el consumir este agua contaminada para los adultos, pero lo que se pretende es que no consuma en exceso agua embotellada, para que las personas que sufren mayores riesgos, las más cercanas a la central nuclear, tengan acceso a dicha agua. Algunos expertos dicen que esto no tiene enormes riesgos sobre la salud, justificando esta respuesta con que no pasará nada si se consume una vez o dos; que el problema ya vendría cuando se consumiese en repetidas ocasiones, pero en cambio otros dicen que no beberían de esa agua. Estos expertos que aseguran el no tener enormes riesgos sobre la salud, se apoyan en que no es más peligroso el consumir estos productos que el consumir otros productos químicos como se hace al fumar. Un profesor de ingeniería nuclear de la Universidad Politécnica de Madrid dice que estas medidas de seguridad que ha tomado el gobierno japonés son necesarias, pero que –como he dicho anteriormente– no es que nos vaya a traer repercusiones al instante porque se consuma en contadas ocasiones, sino que las consecuencias vendrán cuando se consuma un producto contaminado tras su consumo reiterado. Cuando hablo de consecuencias me refiero a enfermedades como el cáncer. Estas radiaciones afectarían al ADN de las células, se degenerarían y con los años se produciría dicha enfermedad. En mi opinión, por una parte habría que estar a favor de las centrales nucleares porque son una buena medida para obtención de energía de forma barata. Pero por otra parte, el hecho de que perjudiquen a la salud nos hace pensar en otras formas de obtención de energía, ya que con los avances que tenemos hoy día podríamos crear nuevos métodos para dicha obtención. Porque la salud está ante todo. Sara García Muñoz, 1º Bach A.